21-09-2015, 11:11
Payo, todo eso que esgrimes en ese post descarnado y sincero, duro y triste pero revelador, sobre lo que subyace en el fondo de muchos de nosotros pero que nos negamos a creer del todo, es más que probable que sea cierto en un tanto por ciento muy elevado.
Que todo, todo esté escrito de antemano, es lo que dudo, porque hay cosas que no se pueden prever y manipular. Pero sí que a estas alturas, algo chirría, y con fuerza, por dentro.
Esa imagen que presentas de asépticos talleres, de impecables y diligentes operarios con sus bancos de pruebas y tal y tal, que inspiran indudable visos de éxito, se me ha pasado por la cabeza no hace mucho.
Sobre si le engañaron o no, si fue premeditado o no, y hasta qué punto se lo hacían todos a sí mismos, no sé qué decirte.
Esos supuestos y maquiavélicos planes y pactos secretos para apartar a nuestro Fer de cualquier posibilidad de éxito, se me antojan demasiado peliculeros.
Pero soy soñadora e idealista, y por tanto, me cuesta creer en la ruindad absoluta aunque la vida te dé muestras todos los días de que no hay lugar para la duda. A estas alturas más bien creo que la desesperación nos abre una puerta a la desconfianza y da portazo a la esperanza de que si no todo está escrito, es posible un cambio- a mejor claro-.
Si el proyecto ha resultado fallido y lo que se pretendía carece de viabilidad, no queda sino llevar con dignidad la sonrisa resignada-aunque la procesión vaya por dentro- como estará haciendo él, y confiar en que por algún sitio se nos aparezca la virgen. Conociéndole, independientemente de las clausulas firmadas, jugará, incluso con malas cartas, hasta que finalice la partida. Si se levantará de la mesa en cuantito pueda deshacerse de los tahúres y busque otra, no lo dudo. Al menos hasta que se canse de jugar.
No se lo merece ni se lo mereció nunca, pero parafraseando sus palabras, un proyecto puede resultar exitoso o un fiasco. Confiemos en que pueda reconducirse aunque necesitemos algo de tiempo. Nunca imaginamos algo así. Duele, duele en el alma ver a un genio como él desdibujado en esas cifras de abandonos. Superado por mediocres que no le llegan ni llegarán a la suela. Pero es lo que hay y no podemos sino en confiar –en la justicia divina no, desde luego-que cambien las tornas. Mientras tanto, a sufrir con él y llevarlo lo más dignamente posible. No me da la gana dar a sus detractores la satisfacción de verlo y vernos derrotados.
Un abrazo y un beso-safetycasto- por poner el corazón en la boca!
Que todo, todo esté escrito de antemano, es lo que dudo, porque hay cosas que no se pueden prever y manipular. Pero sí que a estas alturas, algo chirría, y con fuerza, por dentro.
Esa imagen que presentas de asépticos talleres, de impecables y diligentes operarios con sus bancos de pruebas y tal y tal, que inspiran indudable visos de éxito, se me ha pasado por la cabeza no hace mucho.
Sobre si le engañaron o no, si fue premeditado o no, y hasta qué punto se lo hacían todos a sí mismos, no sé qué decirte.
Esos supuestos y maquiavélicos planes y pactos secretos para apartar a nuestro Fer de cualquier posibilidad de éxito, se me antojan demasiado peliculeros.
Pero soy soñadora e idealista, y por tanto, me cuesta creer en la ruindad absoluta aunque la vida te dé muestras todos los días de que no hay lugar para la duda. A estas alturas más bien creo que la desesperación nos abre una puerta a la desconfianza y da portazo a la esperanza de que si no todo está escrito, es posible un cambio- a mejor claro-.
Si el proyecto ha resultado fallido y lo que se pretendía carece de viabilidad, no queda sino llevar con dignidad la sonrisa resignada-aunque la procesión vaya por dentro- como estará haciendo él, y confiar en que por algún sitio se nos aparezca la virgen. Conociéndole, independientemente de las clausulas firmadas, jugará, incluso con malas cartas, hasta que finalice la partida. Si se levantará de la mesa en cuantito pueda deshacerse de los tahúres y busque otra, no lo dudo. Al menos hasta que se canse de jugar.
No se lo merece ni se lo mereció nunca, pero parafraseando sus palabras, un proyecto puede resultar exitoso o un fiasco. Confiemos en que pueda reconducirse aunque necesitemos algo de tiempo. Nunca imaginamos algo así. Duele, duele en el alma ver a un genio como él desdibujado en esas cifras de abandonos. Superado por mediocres que no le llegan ni llegarán a la suela. Pero es lo que hay y no podemos sino en confiar –en la justicia divina no, desde luego-que cambien las tornas. Mientras tanto, a sufrir con él y llevarlo lo más dignamente posible. No me da la gana dar a sus detractores la satisfacción de verlo y vernos derrotados.
Un abrazo y un beso-safetycasto- por poner el corazón en la boca!