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Alonso en Melbourne, diez años después
#1
EL PILOTO ASTURIANO REGRESA UNA DÉCADA DESPUÉS A ALBERT PARK
Alonso en Melbourne, diez años después
El piloto español Fernando Alonso vuelve una década después al circuito donde empezó todo · Un fin de semana le fue suficiente para hacerse respetar en la parrilla y comenzar una carrera que le llevaría a lo más alto

[Imagen: 1300970012_0.jpg]

MIGUEL ÁNGEL MORÁN 24/03/11

Hace diez años, un ovetense con cara de niño pero con la frialdad del que parece haberlo vivido y ganado ya todo, hacía las maletas en su habitación repleta de trofeos de karting para poner rumbo a Melbourne. Allí, a más de 17.000 kilómetros de su casa, le esperaba el comienzo de su primera temporada en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, algo que, para cualquier otro piloto de su edad, significaría ver cumplido su sueño, pero que para él, tan joven e inexperto como ambicioso y capaz, era sólo el comienzo, un paso más hacia su verdadero objetivo, que no era otro que convertirse en Campeón del Mundo de la disciplina reina de los deportes de motor. Hablamos, cómo no, de Fernando Alonso.

En sus primeros días en Melbourne, afrontó con total naturalidad lo que para cualquiera habría supuesto un lastre añadido a los lógicos nervios del debutante. Últimas pruebas con su monoplaza - un Minardi cuyo máxima aspiración era pelear por salir de las últimas plazas -, sesiones de fotos, atención a la prensa… Y todo ello, rodeado de auténticos monstruos de la F1 como Michael Schumacher, Mika Hakkinen, Jean Alesi, Rubens Barrichello, David Coulthard o Jarno Trulli. Pero, eso sí, sin perder la calma ni la sencillez en ningún momento.

Llega el momento de subirse al monoplaza
Los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Australia de 2001 dejaron dos grandes titulares. El primero, un brutal accidente de Michael Schumacher, que voló literalmente por los aires con su Ferrari y del que, tras varias vueltas de campana y ante el estupor de los miles de aficionados que seguían la carrera en directo en Albert Park, salió milagrosamente ileso. El segundo, el extraordinario y sorprendente estreno de Alonso. Cuando, por su condición de novato y por las características de su monoplaza, todos esperaban que terminase último, logró un más que meritorio 17º puesto, dejando por detrás a pilotos como Burti, de Jaguar, Mazzacane, de Prost, Bernoldi, también debutante y del que hablaban maravillas, de Arrows, Tarso Marqués, su compañero de escudería, y a un tal Jenson Button, de Benetton.

Alonso sabía que su resultado había sido prácticamente insuperable, pero se lo tomó con humor nada más bajarse del coche: "Pensaba que sería el último", dijo. "Para ser el primer día, no me lo esperaba, porque no es normal que en un circuito nuevo, que no conoces y con sólo dos horas de entrenamientos en un coche que no había probado nunca, llegues y coloques detrás de ti a estos cuatro pilotos, significa algo bueno", sentenció.

Pero la hazaña de Alonso no sólo tuvo repercusión en nuestro país. Como contó Jesús Benítez, enviado especial de MARCA al Gran Premio, Pino Allevi, periodista de La Gazzetta dello Sport y uno de los más prestigiosos por aquel entonces en el mundo de la Fórmula 1, se le acercó nada más terminar los primeros libres para preguntarle: "Oye, Jesús, ¿este chico, Alonso, viene de familia adinerada? ¿A qué se dedica su padre?". Aquella era la típica pregunta sobre los debutantes, que por lo general, para acceder a un asiento, no sólo tenían que demostrar su nivel sino contar también con un fuerte apoyo económico. Jesús le dijo que no, que el padre de Fernando trabajaba hasta hacía poco en una empresa fabricante de explosivos para las minas asturianas, y que su madre era empleada de El Corte Inglés. Aunque apenas tuvo tiempo de terminar su explicación porque Pino Allevi le interrumpió diciendo: "No sigas, ya hemos visto hoy en la pista por qué Fernando Alonso ha venido a la Fórmula 1, sólo quería cerciorarme. Llevo muchos años en esto y algo así no pasa todos los días", aseguró.

Primer pique entre Alonso y Schumacher
La calificación del sábado terminó como todos esperaban, con Michael Schumacher logrando la 33ª pole de su carrera, igualando a Clark y Prost en la segunda plaza de la historia, y compartiendo la primera fila con su fiel escudero en Ferrari, el brasileño Rubens Barrichello. Pero la verdadera anécdota de la jornada la protagonizó Fernando Alonso, que descubrió un incidente que había pasado inadvertido en la retransmisión televisiva: "Me parece que Schumacher se ha enfadado conmigo", dijo.

El joven asturiano, con rostro de pillo y feliz por haber logrado la 19ª posición en la parrilla de salida, explicó su primera polémica con el káiser, sin imaginar en ningún momento que no sería la última de su carrera: "Estaba en la vuelta previa a la de intentar lograr un buen tiempo, me encontraba reservando neumáticos, rodando despacio, y vi en las pantallas que Michael ya había terminado su vuelta lanzada, estaba en la de deceleración y, lógicamente, en ese giro en el que se encontraba justo detrás de mí, rodaba también lento y debía entrar en boxes. Vi que llegaba y yo seguía despacio, y me dije a mí mismo, o le dejo pasar en esta recta o en la siguiente, optando por lo segundo porque estaba ya a cien metros. Entonces, en la curva siguiente, le pasé yo, provocándole el lógico enfado. Pero esto es normal, es lo mismo que cuando yo corría en karts y llegaba un piloto nuevo, yo hacía lo mismo". Y aunque Schumacher restó importancia al suceso, acababa de nacer una rivalidad que, años más tarde, les llevaría a pelear por el título.

Una carrera para la historia
Un día después, concretamente el 4 de marzo de 2001, Fernando Alonso disputó por fin su primera carrera de Fórmula 1. Y lo hizo con la misma inteligencia que ha demostrado durante años a lo largo de su carrera, sabiendo sacarle el máximo rendimiento a un coche con el que antes de llegar a Australia apenas había rodado 30 kilómetros, y cuidando su frágil mecánica, cuyo corazón era un motor con cuatro años de vida de dudosa fiabilidad.

La carrera fue trepidante, con un Schumacher arrollador por delante que logró una más que merecida victoria, y multitud de percances detrás que obligaron a abandonar a nueve pilotos. Alonso, penalizado con diez segundos en boxes por salir más rápido de lo permitido – las ganas de empezar le jugaron una mala pasada -, logró esquivar todas las trampas a su paso hasta alcanzar una increíble duodécima posición final.

Y con la naturalidad que le caracteriza, poco después de bajarse del Minardi con el que había completado su primera carrera como piloto de Fórmula 1, restó importancia a su exitosa participación y se acordó de su familia y de su gente de Oviedo: "He hablado con mis padres por teléfono y me han dicho que se iban a acostar, que estaban cansados. Les he preguntado si me habían visto mucho por la tele", dijo. Quién iba a imaginar que, años después, no sólo sus padres, sus seguidores de La Majoya o el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, que ya calificó a Alonso como "un gran campeón" aquella madrugada invernal de 2001, sino más de media España trasnocharía para verle competir y ganar...

Hoy, diez años y veinte días después, Fernando Alonso vuelve a la casilla de salida. El circuito Albert Park de Melbourne espera impaciente el comienzo de una nueva temporada del Mundial de Fórmula 1. Pero esta vez, Alonso ya no es aquel pipiolo que llegaba sin hacer ruido con el curioso y complejo objetivo de ser el ‘jefe’ de la parrilla. Ahora ya es el que manda, aunque a sus veintinueve años, con nueve temporadas a sus espaldas, dos mundiales y cuatro cambios de equipo, sigue peleando por el mismo objetivo, ser Campeón del Mundo. Por tercera vez en su carrera, primera con Ferrari, el gran equipo con el que siempre soñó. Y como escribió el enviado especial de MARCA a Melbourne en 2001 para cerrar su crónica de la carrera, no lo olviden, hoy corre "Fernando Alonso, un genio, síganlo de cerca, esto es sólo el principio".


Fuente: Marca
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Mensajes en este tema
Alonso en Melbourne, diez años después - por joselsem - 24-03-2011, 21:07

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