De la Rosa, el piloto mejor valorado por los españoles seguido de Alonso

[Rubenchu]

Veamos, la estadística valora quién genera más confianza, pero no quien es mejor piloto. Es más, según la lógica social de este país, es normal que De la Rosa vaya delante de Alonso.

Y me explico. En este país la gente va de güay, todos muy buenas personas, solidarias, encantadoras y felices. Todos muy güays mientras no des la nota, ni sobresalgas de la mediocridad (o de la media, según se mire).

Eso sí, como te salgas un ápice de lo políticamente correcto o sobresalgas en algún aspecto de tu vida por encima del resto de los mortales, entonces ¡ah!, amigo, ya empiezan a sospechar de tí. Que si estás ahí arriba es porque a alguien habrás untado, o porque tienes amigos influyentes, o porque te has tirado al jefe, o porque eres un ladrón, o porque eres un sinvergüenza. En suma, que como ya no seas de la "media" social de este país, surge con fuerza la envidia comunitaria e ipso facto eres un paria, un cáncer a extirpar, un extraño, un borde, un maleducado, un desagradecido o un inadaptado.

Con todos los respetos, De la Rosa, fue un buen piloto, no un excelente piloto. Un piloto con muy poco palmarés en la F1. Un piloto maltratado cuando pilotaba para Jaguar y que ha tenido pocas oportunidades de demostrar su valía. Un piloto que transmite bondad sin la rabia y el instinto depredador de Alonso. Un piloto dulce y educado en sus expresiones que gusta a la gente, porque la gente ve en él a alguien NO MUY DIFERENTE a ellos mismos (¡pobrecito él que no ha triunfado!) y que despierta la compasión colectiva. Alguien que pueden incluir entre las personas normales, de la media. En suma, es GÜAY tal como la media social de este país quiere ser. Por eso genera más confianza.

En cambio Alonso atrae la envidia y el odio de los mediocres como los agujeros negros la energía del universo. Precisamente porque es excepcional. Y ser excepcional en este país sigue siendo algo que no se soporta.

Me hubiera extrañado mucho que hubieramos cambiado y madurado tanto como para que ya pudieramos valorar y defender a todos los grandes hombres y mujeres que alumbran este país (y no me refiero a los políticos)

Mucha razón.