Finaliza en el podio de Austin y salva el 'match ball' de Vettel
El alemán pierde la carrera con Hamilton pero sube su ventaja en el Mundial hasta los 13 puntos
El líder sería campeón la próxima semana en Brasil si finaliza cuarto
Fernando Alonso despejó el ‘match ball’ de Sebastian Vettel en el Gran Premio de Estados Unidos, donde el alemán finalizó segundo y no pudo sentenciar el campeonato. Su ventaja ha subido tres puntos más y lo sigue teniendo a tiro, pero tendrá que certificarlo la próxima semana en Brasil, el escenario donde quería llegar con vida Fernando Alonso. [Narración]
El español escaló lo que pudo con un Ferrari sin ritmo y, al menos, sigue manteniendo la esperanza de luchar por el tricampeonato con Vettel. Llegará a 13 puntos, muchos, sin duda, pero ahí, cara a cara, y en una pista siempre traicionera como Interlagos, todo, por qué no, puede suceder. Un duelo por el título donde Alonso necesitará, obligatoriamente, terminar por delante de Vettel, una circunstancia muy complicada si el alemán resiste en pista.
Este Ferrari de Austin ha estado a un mundo del Red Bull (más de 30 segundos por detrás en meta), por lo que la escudería italiana necesita retocar con urgencia el coche para que su piloto pueda intentar el asalto final en Sao Paulo. Misión extrema, ya que en los limitados cálculos del español necesita ganar la próxima carrera y que su rival finalice por debajo de la cuarta posición. Todas las demás combinaciones pasan por cualquier tipo de problema mecánico del alemán.
Así y todo, esos 13 puntos son el mal menor que pudo salvar Alonso en un fin de semana muy difícil para él, donde nunca estuvo cómodo en el asfalto. Las novedades introducidas en su coche no sirvieron para nada y circuló con más pesadez que su propio compañero, con un monoplaza sin cambios. Sólo el buen rendimiento que siempre da el asturiano los domingos le permitió progresar en la pista hasta el podio.
Tan meritoria mejora se cimentó en la salida, camino de esa rampa de lanzamiento que coloca a los coches una curva ciega a izquierdas. Alonso ganó una plaza antes de empezar la carrera gracias a la maniobra desesperada de su escudería, que provocó una sanción sobre Felipe Massa para que su puesto (en el mejor lado de la pista, el derecho) lo ocupara el español. "Pura estrategia", dijeron en la Scuderia. Tal movimiento tuvo sus frutos bajo el semáforo.
Alonso superó a tres adversarios de una tacada, en el primer acelerón, trazando el ángulo por fuera. Pasó por el costado a Hulkenberg y a Schumacher, preocupado por tapar a Raikkonen en la izquierda. Después, apretó en las traseras de Mark Webber hasta que la avería del australiano, en la vuelta 16, le metió en el podio. Perjudicado por un mal cambio de ruedas y por la lentitud del Ferrari, sólo pudo intuir en la distancia el precioso cara a cara entre Hamilton y Vettel por la victoria.
Su ex compañero en McLaren le echó una mano en la pugna por el Mundial arrebatando el triunfo a la estrella de Red Bull, al que adelantó a 14 giros para el final tras acosarle desde las primeras curvas. La escudería energética sí se garantizó el título de constructores.
elmundo.es
El alemán pierde la carrera con Hamilton pero sube su ventaja en el Mundial hasta los 13 puntos
El líder sería campeón la próxima semana en Brasil si finaliza cuarto
Fernando Alonso despejó el ‘match ball’ de Sebastian Vettel en el Gran Premio de Estados Unidos, donde el alemán finalizó segundo y no pudo sentenciar el campeonato. Su ventaja ha subido tres puntos más y lo sigue teniendo a tiro, pero tendrá que certificarlo la próxima semana en Brasil, el escenario donde quería llegar con vida Fernando Alonso. [Narración]
El español escaló lo que pudo con un Ferrari sin ritmo y, al menos, sigue manteniendo la esperanza de luchar por el tricampeonato con Vettel. Llegará a 13 puntos, muchos, sin duda, pero ahí, cara a cara, y en una pista siempre traicionera como Interlagos, todo, por qué no, puede suceder. Un duelo por el título donde Alonso necesitará, obligatoriamente, terminar por delante de Vettel, una circunstancia muy complicada si el alemán resiste en pista.
Este Ferrari de Austin ha estado a un mundo del Red Bull (más de 30 segundos por detrás en meta), por lo que la escudería italiana necesita retocar con urgencia el coche para que su piloto pueda intentar el asalto final en Sao Paulo. Misión extrema, ya que en los limitados cálculos del español necesita ganar la próxima carrera y que su rival finalice por debajo de la cuarta posición. Todas las demás combinaciones pasan por cualquier tipo de problema mecánico del alemán.
Así y todo, esos 13 puntos son el mal menor que pudo salvar Alonso en un fin de semana muy difícil para él, donde nunca estuvo cómodo en el asfalto. Las novedades introducidas en su coche no sirvieron para nada y circuló con más pesadez que su propio compañero, con un monoplaza sin cambios. Sólo el buen rendimiento que siempre da el asturiano los domingos le permitió progresar en la pista hasta el podio.
Tan meritoria mejora se cimentó en la salida, camino de esa rampa de lanzamiento que coloca a los coches una curva ciega a izquierdas. Alonso ganó una plaza antes de empezar la carrera gracias a la maniobra desesperada de su escudería, que provocó una sanción sobre Felipe Massa para que su puesto (en el mejor lado de la pista, el derecho) lo ocupara el español. "Pura estrategia", dijeron en la Scuderia. Tal movimiento tuvo sus frutos bajo el semáforo.
Alonso superó a tres adversarios de una tacada, en el primer acelerón, trazando el ángulo por fuera. Pasó por el costado a Hulkenberg y a Schumacher, preocupado por tapar a Raikkonen en la izquierda. Después, apretó en las traseras de Mark Webber hasta que la avería del australiano, en la vuelta 16, le metió en el podio. Perjudicado por un mal cambio de ruedas y por la lentitud del Ferrari, sólo pudo intuir en la distancia el precioso cara a cara entre Hamilton y Vettel por la victoria.
Su ex compañero en McLaren le echó una mano en la pugna por el Mundial arrebatando el triunfo a la estrella de Red Bull, al que adelantó a 14 giros para el final tras acosarle desde las primeras curvas. La escudería energética sí se garantizó el título de constructores.
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No se construirá una nueva era con las armas,sino con las manos que las llevan