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FERNANDO: Mi Historia - Versión para impresión

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FERNANDO: Mi Historia - payoloco - 14-01-2016

Capítulo dedicado a la historia de Fernando Alonso que la web de McLaren publicó y que pienso merece hilo propio.

Espero que os guste.





PARTE 1: LA ESTRELLA EN ASCENSO



Fernando Alonso debe a su hermana mayor Lorena su pasión por las carreras. Ella no mostró ningún interés por jugar con el kart que su padre, José Luis Alonso, le había construido. Sin embargo a Fernando, quien apenas tenía tres añitos, le encantó y, cuando padre le hizo un trazado improvisado, su pasión por la velocidad se intensificó aún más si cabe.
¿Quién hubiera dicho por aquel entonces que aquel niño se convertiría en uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1?



El kart era blanco con líneas rojas, imitando a los coches de carreras que pilotaban sus héroes. En particular, a Fernando le gustaban los colores emblemáticos del McLaren-Honda que pilotaba Ayrton Senna. Algo que quería imitar algún día…

Fernando Alonso Díaz había nacido tres años atrás, el 29 de julio de 1981 en Oviedo, en la región de Asturias de la península Ibérica. Creció en el seno de una familia modesta, fue al colegio de educación primaria del Santo Ángel de la Guarda, y compatibilizada sus estudios con las carreras de kart.

El tímido y reservado español pronto empezó a ganar a jóvenes un par de años mayores que él, y en 1988 se llevó su primera victoria en Pola Liviana. Es ahí donde se empiezan a ver los primeros signos de su carácter ultra-competitivo.


 “Lloraba cuando no ganaba”, admitía Fernando años más tarde. “Y hasta que tuve ocho años tenía una respuesta guardada para cuando la gente me preguntaba qué tal se me había dado. Decía un “he ganado” lleno de orgullo y compostura. No era siempre la verdad, pero a quién le importaba.”

Y mientras seguía compitiendo, su familia sabía que no podía apoyarle económicamente pero, ¿a quién podían pedir ayuda?

 “Fernando era plenamente consciente de los esfuerzos que como familia estábamos haciendo todos”, dijo su padre José Luis. “Iba con él a todas las carreras para hacer de mecánico y su madre se tenía que quedar sin ver a su hijo durante los fines de semana, pero Fernando sabía que si quería ir más lejos, tendría que apañárselas él mismo.”



Por fortuna, José Luis Echavarría, dueño de la pista local de kart, se dio cuenta de su enorme talento. Así que le habló a su amigo Josep Marcó, dueño de Genikart,  sobre el rápido español. Y este quedó impresionado de inmediato por las innegables habilidades del joven.

 “Me hizo darme cuenta de que el piloto cuenta un 110%”, dijo Josep Marcó. “Antes pensaba que utilizar un motor mejor haría que un piloto fuera más rápido. Pero el piloto sólo será más rápido si sabe utilizar la velocidad extra del motor. No he conocido a nadie capaz de usar la velocidad como Fernando.”

Mientras que competía en el campeonato de Cataluña en Mora de Ebro, al sur de Barcelona, Marcó le ofreció la oportunidad de pilotar en el campeonato de España. Era una gran prueba para el joven, a quien se le había concedido ya la posibilidad de correr en la categoría de kart 100cc, a pesar de que técnicamente no tenía aún edad para los vehículos de tanta potencia.

Alonso pilotó con una madurez que no correspondía a su edad real, madurez que se ha convertido en su rasgo distintivo a lo largo de su carrera. Fue un momento determinante en su vida, ya que Marcó se había quedado tan impresionado, que decidió contratarlo.

Fernando batió más records relacionados con la edad, al ganar varios campeonatos de España y tener éxito a nivel internacional. En 1995 obtuvo el tercer puesto en el campeonato del mundo de karting de Braga. Un año después, se convirtió en el campeón del mundo de la categoría junior en Gante, y en 1997 se llevó los campeonatos de España y de Italia (aprendiendo de paso a hablar italiano de forma fluida). Al año siguiente, consiguió el título de campeón de España Internacional A y quedó segundo en el campeonato de karting europeo de Fórmula A.



Sus impresionantes hazañas no tardaron en llegar a oídos de figuras influyentes en el mundo de las carreras de motor. Mauro Pozzi, quien había trabajado anteriormente con Ayrton Senna en karting, se había quedado anonadado la primera vez que vio a Fernando Alonso pilotar. “No he visto a nadie más hacer lo que él es capaz de hacer en un kart”, señaló.

A finales de 1998, Alonso participó en un evento para las estrellas del karting y coincidió con el antiguo piloto de Minardi F1, Adrian Campos y el antiguo jefe mecánico de Niki Lauda, Ermanno Cuoghi. Estaban a la caza de un sustituto de Marc Gené que pudiera competir en las incipientes series de Fórmula Nissan, así que invitaron a Fernando, quien tenía por ese entonces 17 años, a que probara uno de sus monoplazas en Albacete.
El pasar directamente de un kart a un poderoso monoplaza de 240 caballos fue un gran paso para el joven de Oviedo, ya que era la primera vez que pilotaba algo con tres pedales.

Su sesión de prueba terminó antes de lo previsto, debido a que pisó el acelerador demasiado pronto y chocó con un guardaraíl. Pero poco importó. Ya había igualado el mejor tiempo por vuelta de Marc Gené en Albacete y Campos no dudó en ofrecerle un contrato de tres años.
Lo que fue innecesario. Alonso se llevó el título Nissan en su primer intento, ganando seis carreras y consiguiendo ocho podios y nueve posiciones de pole. Fue un logro increíble. Al echar la vista atrás sobre aquel año, Campos recuerda la primera vez que compitió en Albacete, donde Fernando iba liderando hasta que cometió un error.

 “Recuerdo que tenía el corazón en un puño y me sentí tan mal por él, porque casi ganó”, dijo Campos. “Luego me pasó su brazo por encima del hombro y me dijo: “No te preocupes, ganaré la próxima vez.”


 “La segunda vez que competimos en la misma carrera, llevaba una ventaja de 42 segundos y le pedí por radio que decelerara, a lo que me respondió: “Mis pastillas de freno están desgastadas, no puedo decelerar…”



En la siguiente temporada Alonso participó en la Internacional F3000 de la FIA con Astromega. Tras unos problemas de subviraje con el chasis de Lola, hizo un cambio de ingeniería que resultó en más viraje para el coche. No tardó en estar más cómodo así y el cambio pronto se vio reflejado en los resultados: quedó segundo en Hungría y se llevó la victoria en la última carrera de la temporada en Spa. Se quedó cuarto en la competición con un coche recalcitrante.

El joven español no dejaba títere con cabeza en las competiciones junior y su talento empezó a llamar la atención de los jefes de equipo de Fórmula 1. Como premio a su victoria en las series de la Fórmula Nissan, se le concedió la oportunidad de probar un monoplaza de Fórmula 1. Fue en esa prueba cuando su carrera despegó de veras…


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PARTE 2: EL JOVEN PILOTO



Tras ganar las series Fórmula Nissan en su primer intento, Fernando Alonso tuvo como premio el poder probar un Minardi F1 en Fiorano, donde un buen número de equipos de F1, incluyendo de Ferrari, lo observaba atentamente.


El director de deportes de Minardi, Cesare Fiorio, estaba buscando nuevos talentos para la temporada 2001 de Fórmula 1 y, con su experiencia, pronto se dio cuenta del talento de Alonso. Recordaba: “He trabajado con más de 300 jóvenes pilotos durante mi carrera, pero ninguno me causó tan buena impresión como él. Ninguno.”


En un día oscuro de diciembre, con la lluvia cayendo con fuerza en un trazado traicionero, había que tener precaución. Alonso se metió tranquilamente en el Minardi y en su primera vuelta tras los pits estaba perfectamente en el límite, frenando tan tarde como los pilotos con experiencia para la primera curva.

Un Fiorio en estado de shock le pidió que parara inmediatamente, ya que tenía miedo de que tanto piloto como monoplaza pudieran tener un accidente, pero la respuesta de Alonso fue sorprendente. El tiempo por vuelta era de 3,5 segundos por delante de su rival más cercano, y dijo que se lo estaba tomando con calma, aprendiendo, antes de ponerse de verdad manos a la obra…

El jefe de Benetton, Flavio Briatore, no perdió el tiempo, e hizo un contrato a Alonso de larga duración para Minardi, con quien el piloto debutó en la Fórmula 1 a comienzos de la temporada 2001. Fernando tenía tan solo 19 años, pero estaba claro que llegaría a lo más alto del deporte y que le esperaba un futuro brillante.


“Fernando tiene mucho talento”, dijo Briatore por aquel entonces. “Podría ser uno de los mejores y es en la Fórmula 1 donde uno se convierte en uno de los mejores”.



En su primera carrera en Australia, el novato fue capaz de sacar a su Minardi de la última fila de la parrilla de salida en la clasificación. Fue 2,5 segundos más rápido que su compañero de equipo, Tarso Marques, y se quedó por delante de un Prost y de un Jaguar. Fernando no tuvo problemas durante la carrera y terminó duodécimo.

Aunque era difícil hacerse notar en los últimos puestos de la vuelta, la joven estrella de 19 años mantuvo los pies en la tierra y siguió trabajando durante todo su primer año.

“El comienzo de la temporada fue muy difícil para mí, ya que yo era nuevo en la Fórmula 1 y el equipo apenas había tenido pruebas de invierno”, dijo Alonso. “Fuimos a Australia con un coche nuevo, dos pilotos nuevos y sin kilometraje. Pero tienes que ser muy fuerte mentalmente para pilotar para Minardi porque siempre estás atrás: los resultados nunca llegan.”


En Alemania consiguió terminar décimo, habiendo empezado la carrera en el monoplaza de su compañero de equipo. A pesar de tener una configuración completamente diferente, fue capaz de pilotar en una situación poco ideal para él y llegó a la bandera a cuadros el día de su 20 cumpleaños. También causó impresión en Suzuka en la última carrera del año, pero en aquel momento ya había asegurado su futuro. En 2002 pasó al programa de desarrollo de jóvenes pilotos de Briatore en Renault.

Lo que significó un año al margen, como piloto de pruebas, viendo y aprendiendo cómo funciona un gran equipo. Allí trabajó con Jarno Trulli y con alguien con quien vuelve a trabajar de nuevo en McLaren-Honda en 2015: Jenson Button.

“Creo que este año será una pesadilla”, dijo Alonso entonces. “Pero mejoraré el vehículo tanto como pueda y luego dejaré a Jarno y a Jenson apañárselas sin mí. Ser piloto de pruebas para Renault es mejor que pilotar para Minardi. Sólo tengo 20 años, tengo mucho tiempo antes de conseguir mi objetivo: convertirme en campeón algún día.”




En 2002, Alonso hizo más de 7200 kilómetros en 33 días como piloto de pruebas para Renault, incluyendo un día para Jaguar en Silverstone. Por aquel entonces, aún vivía con sus padres en España, pero alquilaba un apartamento en Oxford para estar cerca de su equipo en Enstone y mejorar su inglés.

En aquel verano se anunció que Alonso había terminado su programa de aprendizaje y que como premio sería piloto oficial para 2003, pero que el español fuese a pilotar para uno de los mejores equipos apenas fue noticia en España.


“En España, la F1 es un deporte que casi no se conoce”, comentó el piloto relajado. “Lo único que importa allí es el fútbol y las bicis. Y los grandes premios no se retransmiten en directo…”


“Quizá los pilotos británicos vean las cosas desde otra perspectiva. Han crecido en un mundo con F1, y yo no. La F1 es algo normal, no significa nada especial para mí. Es mi trabajo, como quien sirve mesas en un restaurante o como quien trabaja en un banco.”



Sin embargo, el trabajo que Alonso hacía en la Fórmula 1 era de todo menos normal. En su segunda carrera para Renault (en Malasia), hizo historia al convertirse a la tierna edad de 21 años en el piloto más joven en los 53 años de historia del campeonato del mundo en llevarse la pole position.

Aquella tarde en Sepang, su manager Adrián Campos no pudo esconder su alegría: “Hemos competido de forma impresionante, y Fernando ha demostrado que se merece su plaza en la F1, que es por lo que he estado luchando durante años.”


Al día siguiente, con fiebre y sin la 5ª marcha, el joven español dejó a todos con la boca abierta por su velocidad y batió otro récord, convirtiéndose con un tercer puesto en el hombre más joven en el podio. Once carreras más tarde, también hizo historia al ser el piloto más joven en ganar un gran premio tras llevarse la victoria en Hungaroring.

“Lo que me molesta es que la gente ha tardado siete años en darse cuenta de lo bueno que es”, dijo Campos. “Yo lo vi claro desde el principio, cuando ganó la Fórmula Nissan en su primer intento, sin experiencia. Confirmó lo que sentía: que estábamos ante un genio.”


No hubo lugar a dudas de que la llegada de la joven superestrella había sacudido la institución de la Fórmula 1. Alonso había demostrado su valía en un coche mediocre y sus rivales empezaron a temer lo que sería capaz de conseguir con un buen monoplaza. El mundo estaba a punto de conocer la respuesta…


RE: FERNANDO: Mi Historia - payoloco - 14-01-2016

PARTE 3: FERNANDO, BICAMPEÓN DEL MUNDO



A principios del siglo XXI, a la Fórmula 1 le hacía falta un cambio radical. Michael Schumacher, piloto de la escudería Ferrari, había derribado a sus adversarios acaparando cinco títulos mundiales consecutivos, y el deporte pedía a gritos la llegada de una estrella joven y fresca que pusiera fin a la dominación del alemán.


El salvador resultó ser un joven talento asturiano, que ya se había convertido en el ganador más joven de un gran premio de F1. Todo lo que tenía que hacer Fernando Alonso ahora era emprender una lucha constante por el título del mundo; y su monoplaza de 2005 era justo el coche que necesitaba para hacerlo.

“Mi nuevo monoplaza, el R25, es el mejor coche que he tenido desde que estoy compitiendo en la Fórmula 1”, afirmaba Alonso durante la pretemporada. “Todo el equipo de Renault está convencido de que por fin tenemos un coche capaz de optar al título del campeonato del mundo”.



Sus increíbles victorias en dos de las tres primeras carreras pusieron la clasificación patas arriba, y cuando la Fórmula 1 se trasladó a Italia para disputar la primera carrera europea de la temporada en Ímola, Fernando tuvo ante sí el mayor reto de su carrera hasta la fecha: un cara a cara con el siete veces campeón del mundo, ¡en casa de Ferrari!

Imparable, agresivo y a la vez perfectamente comedido, Alonso hizo una carrera soberbia, logrando mantener a raya a Michael Schumacher durante las apasionantes 12 últimas vueltas del Gran Premio de San Marino de 2005. Todas las dudas sobre su carácter se disiparon; fue un momento decisivo para el deporte que marcó el comienzo de una nueva era.

“Fernando Alonso forma parte de esa clase de pilotos que nunca se rinden, que ganan carreras que no deberían ganar”, dijo el entonces ingeniero de Renault Mike Gascoyne. “Es capaz de lograr una concentración total bajo presión; puede ser rápido instantáneamente y competir con algo ‘inconducible’. Tiene un don muy especial”.

Las posteriores victorias en Nürburgring (donde persiguió hasta atrapar a Kimi Räikkönen, adelantándolo en la última vuelta), Magny-Cours y Silverstone le abrieron el camino del título mundial. España, un país que antes no retransmitía la Fórmula 1, ahora clamaba a su nuevo héroe, y Alonso ya no podía pasear por las calles de su tierra natal sin que la gente lo abordara constantemente.

Durante la temporada 2005, se hizo con 7 victorias, 8 podios más, 6 poles y 2 vueltas rápidas, y se convirtió en el piloto más joven en ganar el campeonato mundial de pilotos de  Fórmula 1. A sus 24 años, 1 mes y 27 días, logró eclipsar el récord que el gran Emerson Fittipaldi había ostentado durante 33 años.



El ascenso de Alonso a lo más alto fue tan natural y meteórico que los observadores vaticinaron que podría llegar a convertirse en uno de los mejores pilotos de la historia del deporte.

“Fernando es joven, pero ya lleva cuatro años en la F1”, afirmaba entonces el jefe del equipo Renault, Flavio Briatore. “Es consciente de que la mejor forma de hacer las cosas en este negocio es manteniendo la calma e intentando terminar la carrera. El cerebro es muy importante y él es una persona muy inteligente, muy serena. No tengo ninguna duda de que está sacando el máximo rendimiento del coche ahora mismo. Ha hecho un trabajo fantástico”.

Los ingenieros del equipo Renault, Paul ‘Pedals’ Monaghan y Rod Nelson, se deshacían en elogios hacia el hombre a quien llamaban ‘Gonzo’ y su brillante capacidad para esquivar las deficiencias del coche.

“Alonso se preocupa porque va sorteando los problemas, pero no debería inquietarse tanto, porque puede ir adaptando el coche durante el recorrido de la carrera. Necesitas ese atributo”, cuenta Monaghan. “En Monza en 2003, terminó con tres cuartos de coche [después de un ‘encontronazo’ en el comienzo de la carrera] y aún así consiguió un punto. Su capacidad para adaptarse a las distintas condiciones de los circuitos con neumáticos nuevos o usados lo convierte en un piloto muy versátil y competitivo”.



Con la llegada de 2006, su contrincante más próximo al campeonato del mundo era Michael Schumacher, un rival que no intimidaba al asturiano. Ese año, el cohete azul y amarillo de Renault consiguió vencer en Bahréin, Melbourne, España (una emotiva primera victoria en casa), Gran Bretaña y Canadá. De hecho, entre Turquía 2005 y Canadá 2006, acumuló la increíble cifra de 15 podios seguidos.

Pero quizás una de sus mejores momentos de 2006 fue el 2º puesto en el Gran Premio de Turquía. Con los neumáticos desgastados, condujo el último tramo con el Ferrari de Schumacher pegado a la nuca. Unas cuantas carreras más tarde, desplegó una de las maniobras de adelantamiento más intrépidas de la F1: un valiente pase exterior a Schumacher en la entrada de la abrumadora curva 130R de 290 km/h en Suzuka. Desde luego, ¡solo apto para valientes!

Pero, en 2006, también encontró oposición en lo que él percibía como una excesiva intervención desde fuera en su lucha por el campeonato. Se prohibió el innovador sistema mass-damper de suspensión de Renault, y además fue sancionado en el Hungaroring y en Monza. A pesar de la creciente presión política, se mantuvo agudo y decisivo al volante, y se hizo con el título en el último momento.



Fernando cerró la temporada en Brasil a lo grande –revalidó su título de campeón del mundo–, y demostró su respeto a su gran rival Michael Schumacher, quien había anunciado previamente su intención de retirarse al final de la temporada.

“Estoy orgulloso de haber competido con Michael y para mí es un honor haber ganado los dos últimos campeonatos de su carrera”, declaró el bicampeón del mundo en Brasil. “Y creo que significarán más que cualquier otro que pueda ganar durante mi carrera. Necesito un poco de tiempo para poder asimilar este segundo campeonato. Tengo 25 años y, después de cinco años con Renault, esta es la mejor forma de terminar la relación”.

Doce meses antes, el director del equipo McLaren, Ron Dennis, se había puesto en contacto con Fernando para proponerle un nuevo reto. Antes de que comenzara 2006, se anunció que abandonaría Renault y cambiaría de equipo. Quería emprender una nueva fase de su carrera y afrontar un nuevo desafío. Quería imitar a su ídolo de la infancia, Ayrton Senna. Quería competir con McLaren.


RE: FERNANDO: Mi Historia - payoloco - 14-01-2016

PARTE 4: UN NUEVO DESAFIO



La llegada de Fernando Alonso a McLaren en 2007 se celebró con uno de los lanzamientos de nuevo monoplaza más grandes y más extravagantes de la historia de la Fórmula 1. Más de 100.000 personas se agolpaban para ver la demostración urbana de F1 con el español Fernando Alonso y el novato Lewis Hamilton al volante de los dos monoplazas de F1 de McLaren en las calles iluminadas de Valencia, una ciudad en el Mediterráneo que se ha transformado por completo gracias a un plan de obras masivo.


El espléndido lanzamiento, en el que los asistentes también pudieron disfrutar de unos gigantescos fuegos artificiales y una actuación del Circo del Sol, corrió a cargo del nuevo patrocinador de título del equipo, Vodafone, y del ayuntamiento de Valencia. La llegada de Alonso ponía de manifiesto los ambiciosos planes del equipo de volver a conquistar el título.

Alonso habló de su deseo de seguir mejorando tras su doble éxito pasado y añadió que McLaren, con su minuciosidad y gran determinación por ganar, era el equipo perfecto para conseguirlo.

“De hecho lo llamo el “nuevo equipo de McLaren” porque realmente parece un nuevo equipo con todos los nuevos patrocinadores que están llegando”, comentó Fernando durante las pruebas de pre-temporada. “Todo el mundo está emocionado con la nueva temporada y el nuevo proyecto. Tras haber logrado pocos éxitos últimamente, la gente siente que este año la suerte va a cambiar.”

Lewis Hamilton, un novato de 22 años, acompañaba a Alonso en este nuevo capítulo de su carrera. El piloto británico había hecho una excelente temporada en la GP2 el año anterior, y de repente se encontraba en un equipo líder de gran premio pese a no tener experiencia en la Fórmula 1.
“Creo que Lewis será una buena ayuda”, dijo Alonso a principios de 2007. “Es joven y rápido, así que podrá aportar ideas nuevas, ya que a veces a los equipos de F1 les cuesta salirse de su forma habitual de trabajar.”




La temporada empezó muy bien para Alonso tras quedarse segundo en Australia y llevarse la victoria para McLaren con una excelente carrera en Malasia. Dos carreras más tarde, se llevó el Gran Premio de Mónaco por segunda vez, renovando así sus credenciales como el piloto más habilidoso del mundo. Estaba claro que el español estaba encantado con su comienzo en 2007.

“Estoy muy contento con mis victorias, porque mi objetivo personal para toda la temporada era ganar una carrera”, comentó Alonso.
“El año pasado, McLaren no era un equipo tan competitivo y pensé que sería duro. Quizá es porque hemos tenido buena suerte, o quizá es porque todo el equipo ha trabajado duro para ser tan competitivos en tan poco tiempo.”


La valentía de Fernando quedó demostrada en Nürburgring cuando adelantó al Ferrari de Felipe Massa por el exterior de la curva cinco (levantando las ruedas cuando llegaba a la meta), con los consecuentes gritos de Massa cuando ambos iban a por el podio.

Fue la primera de  las muchas disputas ese año. A medida que pasaba la temporada, la confianza de Lewis Hamilton mejoraba, y empezó a acercarse a su distinguido compañero de equipo. Tras la victoria de Fernando en Mónaco, Hamilton se quejó de que el equipo le prohibía intentar conseguir la victoria, y estaba claro que la lucha interna estaba teniendo un efecto desestabilizador para el equipo. Si todo el mundo sabe que el objetivo último en la Fórmula 1 es conseguir la victoria para el equipo, también son bien conocidas las rivalidades entre compañeros.

“Siempre ha habido rivalidades entre mis compañeros de equipo y yo, y este año ocurrirá lo mismo con Lewis”, comentó Fernando en 2007. “Creo que esto ayudará al equipo en el desarrollo del monoplaza, porque ambos podemos luchar por algo grande. Está claro que Hamilton ha hecho un buen trabajo hasta ahora. Pero a mí me han metido siempre mucha presión a lo largo de mi carrera, en especial a comienzos de temporada. En 2004, con Jarno [Trulli], yo iba 9 puntos por detrás tras 10 carreras.”




Tras las victorias de Lewis en Montreal y en Indianápolis, la pareja de pilotos se vio envuelta en un duelo que influenciaría el desenlace del campeonato del mundo de pilotos de aquel año. Como telón de fondo, su competición en pista se veía ensombrecida por un drama político.

Los periodistas disfrutaban con la rivalidad entre los dos compañeros de equipo, tanto dentro como fuera de la pista, hasta el último momento del campeonato del mundo. Sin embargo, en realidad siempre tuvieron una admiración sana el uno por el otro.

“Nos guardamos respeto el uno al otro”, dijo Alonso un par de años más tarde. “Durante 2007 solíamos decir: “Oye, estamos compitiendo el uno contra el otro. Estamos compitiendo por el campeonato. Tú quieres ganar, yo quiero ganar, y así son las cosas.” Pero era lo normal y no tuvimos problemas. Mis problemas con el equipo fueron de otra naturaleza, pero no tenía problemas con Lewis.”


Y cuando a Lewis le preguntaban sobre Fernando, solía responder lo mismo: “Sin lugar a dudas, es el mejor piloto contra el que he competido. Sales a los entrenamientos, haces una buena vuelta, vuelves y te enteras de que él ha sido un poco más rápido que tú. Y te dices: “¡Madre mía, eso sí que era una vuelta buenísima!”




Al final de aquel año, Alonso había conseguido 4 victorias, 8 podios, 2 poles y 3 vueltas más rápidas. Iba 3º en el campeonato y, al final, iba tan empatado con su compañero de equipo que acabaron con los mismos puntos. Lo frustrante fue que ambos terminaron tan sólo un punto por detrás del que sería campeón, el Ferrari de Kimi Räikkönen.

“Aprendí muchas cosas ese año”, comentó Fernando, quien volvería a Renault en 2008. “Sobre todo sobre aspectos técnicos del coche, el montaje y la forma de trabajar en un gran premio. Los mecánicos de McLaren tienen una filosofía diferente de los demás en cuanto al desarrollo del coche. En Renault siempre trabajábamos en la misma área, mientras que en McLaren se prueba con varias. Ahora y tras mi periodo con McLaren, soy mejor piloto, porque tengo mucha más experiencia.”




Tras su vuelta con Renault se llevó algunas victorias más, pero los monoplazas de las dos temporadas siguientes no fueron lo suficientemente rápidos y el fabricante francés se retiró de la Fórmula 1, lo que dejó a Alonso a la búsqueda de otro equipo.

En 2004, el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, había visto a Fernando y comentó: “Es un candidato para el futuro. Tiene un talento fantástico, pero por ahora hay que darle tiempo…” Tras dos títulos del mundo, un casi tercero para McLaren y varias victorias con vehículos poco competitivos en Renault, ya se le ha dado tiempo al tiempo. Y Fernando se enfundó uno de los famosos monos rojos para intentar llevarse ese escurridizo tercer título del mundo.


RE: FERNANDO: Mi Historia - payoloco - 14-01-2016

PARTE 5: LA ETAPA FERRARI




Por si no lo sabías, Fernando Alonso odia perder. Esa aversión a la derrota le viene de su época de piloto de karts, cuando de niño lloraba cada vez que no ganaba. Su espíritu competitivo le hace tener una fijación con la victoria. Para él, todo lo demás es un fracaso.


En su lucha por igualar a su ídolo, Ayrton Senna, y ganar tres campeonatos del mundo, Fernando se incorporó a la escudería Ferrari a comienzos de 2010. Después de un par de años al volante de máquinas menos competitivas, estaba desesperado por volver a subirse al escalón más alto del podio. ¡Y adivina qué! En el Gran Premio de Baréin de 2010 logró lo que solo 5 pilotos en la historia de Ferrari han conseguido hacer: ganar en su debut con la escudería italiana.



Ferrari fichó a Fernando porque quería a un piloto que diera vida al equipo, que lo liderara de la misma manera en que Michael Schumacher lo había hecho antes. El hecho de que el español domine la lengua italiana ayudó, pues la nueva colaboración funcionó a la perfección desde el principio.
“Me sentí como en casa en el equipo desde el primer día”, afirmaba Fernando. “Hubo un ambiente familiar desde el primer momento. Cuando fui a Maranello, pude ver la pasión de la gente que trabaja en Ferrari y eso es algo único en la Fórmula 1”.


El expresidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, compartía ese entusiasmo en vísperas de la nueva alianza, y declaraba: “Fernando es un piloto con muchísimo talento, rápido y trabaja bien en equipo, pero a la vez está centrado totalmente en ganar. Creo que llega a Ferrari en el momento óptimo de su carrera”.

Esa victoria en Baréin arrojó el guante: Fernando adelantó por fuera a su compañero de equipo, Felipe Massa, en la primera curva, imponiendo instantáneamente su autoridad en el equipo, y luego presionó a Sebastian Vettel durante toda la carrera hasta que el coche del alemán se averió. La combinación Fernando-Ferrari fue una fuerza que se mantuvo siempre presente durante los siguientes 4 años de competición en grandes premios. Pero, a medida que avanzaban las temporadas, se hacía más evidente que el ritmo de los monoplazas rojos quizás se debiera más a la destreza de Fernando que a la calidad de las máquinas que tenía a su disposición.

La carrera en la que se decidió el título del mundial de 2010 fue un encuentro dramático que se celebró bajo los focos de Abu Dabi. Cuatro pilotos se disputaban la corona y era Alonso el que más probabilidades parecía tener de conseguirla. Pero un tropiezo estratégico arruinó su carrera y las echó todas por tierra. Un Fernando desconsolado veía como Vettel le arrebataba el título de campeón del mundo por solo 4 puntos.



A pesar de ese revés, a principios de 2011 el asturiano firmó un contrato a largo plazo para seguir en la Scuderia, en un intento por vengar su derrota y satisfacer su deseo personal de lograr el tercer título. Incluso comenzó a hablar de la posibilidad de acabar su carrera pilotando un monoplaza rojo.

“La estabilidad siempre es buena para un equipo de Fórmula 1”, dijo Alonso en 2011. “Ferrari lleva mucho tiempo terminando el campeonato por encima del tercer puesto prácticamente cada año”.

Se dio el caso de que Ferrari volvió a terminar tercero en 2011, pero fue un tercer puesto que se sintió lejano… La temporada de Alonso volvía a caracterizarse por sus intentos de arrastrar al Ferrari a lugares a los que no debería haber llegado, y protagonizar algunos adelantamientos imposibles.

Un ejemplo de ello fue su trepidante comienzo en el Gran Premio de España de 2011. Tras empezar su carrera en casa cuarto en la parrilla, para cuando el pelotón llegó a la primera curva él ya iba en cabeza. Fernando lideró durante el primer cuarto de esa carrera en un coche que no tenía derecho a estar al frente del campo. Al final de la carrera, su Ferrari acabó doblado por sus principales rivales.



Si alguien necesita más pruebas del inmenso talento del que Fernando Alonso hizo gala durante 2011, basta con comparar sus resultados con los de su compañero de equipo, Felipe Massa. Ese año, Alonso consiguió 10 podios, mientras que Massa no logró ninguno. Lo mismo sucedió en 2012: el asturiano libró a bordo de su Ferrari otra batalla final por el campeonato contra Sebastian Vettel, obteniendo 3 victorias y 278 puntos. Massa, en el mismo monoplaza, se tuvo que conformar con 122 puntos.

A pesar de que había vuelto a perder el título en la última carrera del año  –esta vez por solo 3 puntos–, su prestigio seguía en aumento, y sus compañeros le profesaban un enorme respeto. Su gran rival Lewis Hamilton le derrotó en el GP de Abu Dabi de 2011 y los periodistas le preguntaron inmediatamente después de la carrera si la victoria le había resultado fácil. “En absoluto”, fue su respuesta. “Acabo de tener a uno de los mejores pilotos del mundo persiguiéndome toda la tarde y haberle ganado es una sensación muy agradable”.



A medida que aumentaba la pericia de Fernando, también lo hacía su popularidad en España. Su  mánager de muchos años, Luis García Abad, dice que el asturiano ha sabido sobrellevar la fama durante su carrera.
“Cuando Fernando sale a comer fuera siempre se le acerca un montón de gente, pero eso no parece afectarle. Sigue siendo el mismo chico que conocí en 1998 y, como piloto, ya nada de lo que hace me sorprende. Si hay algún problema con el coche, él asume parte de la culpa y, si gana, también sabe compartir la victoria”.

A comienzos de 2013, Fernando logró hacerse con 2 victorias en las cinco primeras carreras de la temporada, pero, una vez más, Ferrari no pudo proporcionarle un coche que fuera capaz de representar una amenaza seria para los Red Bull, que todo lo dominaban. Su frustración iba en aumento y, cuando más tarde ese mismo año la televisión italiana le preguntó cuál sería su mejor regalo de cumpleaños, él contestó: “La macchina degli altri”, o sea, “el coche de los otros”.


Si estaba molesto por la ausencia de ritmo, eso no se tradujo en una falta de motivación ni de compromiso. Contó a sus seguidores de Twitter los detalles de su régimen de entrenamiento de cara a la temporada 2014. En dos meces, recorrió 936 km en bici, corrió 91 km, pasó seis horas nadando, siete en el gimnasio y 14 bien esquiando, bien jugando al tenis o al fútbol.



En la antesala de 2014, Fernando comenzó a leer sobre la filosofía samurai a modo de preparación mental para la lucha que tenía por delante, pero desgraciadamente la temporada vino acompañada de nuevas decepciones. El sueño de lograr el éxito con Ferrari no se había materializado. La escudería de Maranello pasó por las manos de tres jefes en 12 meses y se sumió en un caos. Alonso decidió que ya había tenido suficiente.

“Es duro, porque quiero ganar un tercer título”, reconocía en el verano de 2014. “Estaré muy orgulloso si solo gano dos títulos, pero tengo la ambición de cosechar más éxitos. ¿Sabes?, odio perder, así que eso es suficiente para mantenerme motivado”.



Fernando Alonso quiere ganar. Quiere conseguir su tercer título. Por eso ha fichado por McLaren-Honda.


RE: FERNANDO: Mi Historia - payoloco - 14-01-2016

Bueno por abrir los comentarios del hilo, decir que me ha gustado bastante la historia, aunque recuerdo haber leido algo parecido hace tiempo, sobre todo sobre los comienzos de Alonso en karting y sus primeros pasos en formulas.


Alonso es un grande y se ha visto desde que era un niño!!


RE: FERNANDO: Mi Historia - German Sanchez - 14-01-2016

Gracias Payo. Importante tener este hilo para refrescar.


RE: FERNANDO: Mi Historia - luymox - 14-01-2016

Magnífico hilo. Aún conociendo cada detalle de la carrera de Fernando, siempre emociona volver a leerlo. Genial.


RE: FERNANDO: Mi Historia - luymox - 14-01-2016

Lo que has puesto bajo tu nick parece bastante insensato pero me encanta. Ojalá se cumpla tu sueño, el mío y el de todos los safetys aunque ahora mismo parezca utópico. Estoy deseando que empiece la pretemporada para subir a la noria, aunque yo ya estoy en lo más alto, o para empezar otro viacrucis como el del año pasado.


RE: FERNANDO: Mi Historia - motita1974 - 15-01-2016

Gracias Payo por el hilo.