21-05-2011, 17:41
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 21-05-2011, 17:44 por yirepa.)
Qué suerte tienen los inútiles de Ferrari. Llega Alonso, se saca el enésimo conejo de la chistera cuando no hay ni conejo ni chistera (yo todavía estoy postrado mirando hacia Oviedo y ni he comido) y les lava la cara esa de mastuerzos que tienen.
Alonso, tío, yo ya no sé ni qué decir de lo tuyo. Qué grande.
Alonso, tío, yo ya no sé ni qué decir de lo tuyo. Qué grande.