24-10-2014, 18:51
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 24-10-2014, 18:56 por gasolinaenvena.)
Puedo entender la buena intención de Payoloco en sus razonamientos, o la vehemencia de De Zeta pidiendo justicia.
Sin embargo, estoy más con Germán. Urge conocer la verdad y toda la verdad sea la que sea.
Si como la mayoría sospechamos la responsabilidad del accidente, por mucho que haya concurrencia de culpas, está en gran parte del lado de C.W., todo el tiempo que se tarde en decidirlo, permanecerá al frente de la seguridad de las carreras.
No se puede permitir que alguien que pueda ser el responsable de un accidente que puede ser mortal continúe siendo quien decide sobre la seguridad.
Una investigación seria, aunque tarde, puede arrojar desde su inicio claridad suficiente como para poder adoptar medidas provisionales mientras se llega a las conclusiones definitivas. Y esas medidas provisionales tienen que tender a evitar la repetición de desenlaces indeseables en la competición.
Por todo ello, creo que ni el respeto a Bianchi ni a sus familiares ni ninguna razón debe retrasar el conocimiento de la verdad.
Es más, creo que ese mismo respeto obliga a empezar a divulgar lo que se vaya averiguando desde ya.
Y como se dice en mi pueblo, y muy aplicable a los corruptos de todo tipo, la que sea p u t a ... que cruja.
Sin embargo, estoy más con Germán. Urge conocer la verdad y toda la verdad sea la que sea.
Si como la mayoría sospechamos la responsabilidad del accidente, por mucho que haya concurrencia de culpas, está en gran parte del lado de C.W., todo el tiempo que se tarde en decidirlo, permanecerá al frente de la seguridad de las carreras.
No se puede permitir que alguien que pueda ser el responsable de un accidente que puede ser mortal continúe siendo quien decide sobre la seguridad.
Una investigación seria, aunque tarde, puede arrojar desde su inicio claridad suficiente como para poder adoptar medidas provisionales mientras se llega a las conclusiones definitivas. Y esas medidas provisionales tienen que tender a evitar la repetición de desenlaces indeseables en la competición.
Por todo ello, creo que ni el respeto a Bianchi ni a sus familiares ni ninguna razón debe retrasar el conocimiento de la verdad.
Es más, creo que ese mismo respeto obliga a empezar a divulgar lo que se vaya averiguando desde ya.
Y como se dice en mi pueblo, y muy aplicable a los corruptos de todo tipo, la que sea p u t a ... que cruja.
Calma, hay Karma...